Milena Pereira Fukuoka
Un sindicalismo honesto y comprometido de verdad con los intereses de las y los trabajadores. Pocas cosas son tan imprescindibles en nuestro país hoy. En el caso de la Organización de Trabajadores de la Educación Sindicato Nacional, no sólo se han dado a la tarea de reconstruir un gremio desde la ética y el sacrificio, sino que lo han ido logrando, organizando y representando genuinamente a un sector tan importante como es el de los docentes rurales y urbanos de establecimientos de educación pública.
La complicidad de buena parte de la dirigencia sindical con la explotación y el mal vivir de los trabajadores a quienes dicen representar es lo que explica el cada vez peor nivel de vida y condiciones de trabajo de los sectores trabajadores en Paraguay. Lucran para levantar huelgas, desmovilizar, desorganizar y consentir toda clase de medidas favorables al poder. Y, sobre todo, cumplen la tarea clave de desmoralizar a trabajadoras y trabajadores.
Como no han podido comprar a la OTEP SN, les han venido sometiendo a todo tipo de hostigamientos. El despido más que arbitrario de Blanca Ávalos es una medida de tanta gravedad que si se observa desde afuera no deja de sorprender. Denota el profundo miedo de quienes mandan hacia el fortalecimiento de la conciencia, la organización -el poder- de los docentes: esas maestras y maestros que viven cada día el drama del dolor infantil en un país donde es brutal la violencia económica contra las familias trabajadoras, y su desamparo, total.
Toda la fuerza para Blanca y sus compañeros/as de la OTEP.
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