Estamos
viviendo una de las crisis más severas y profundas del capitalismo. Una crisis
prolongada de una magnitud solo comparable a la de la cuarta década del siglo
pasado, que estalló en 1929 en Estados Unidos y se extendió a todos los países
capitalistas, prolongándose hasta el inicio de la segunda guerra mundial en
1939.
Esta crisis es el
producto del más grande y extraordinario crecimiento mundial de toda la
historia del capitalismo. Jamás el capitalismo tuvo un desarrollo industrial
como el que precedió a esta crisis, crecimiento que es producto de la apertura
de grandes mercados como los países que integraban la URSS y China. Junto con
esto, hemos presenciado una de las más grandes renovaciones tecnológicas de la
historia: la robotización hace que se produzca cada vez más, con menor cantidad
de trabajadores. Pero el problema es que los robots no tienen capacidad de
consumo ni pueden comprar mercaderías.
La actual
crisis se inicia en Estados Unidos, a mediados de 2007, con el estallido de la
“burbuja inmobiliaria”, precedida por un auge inmobiliario con gran demanda de
viviendas, lo que hace subir los precios de las mismas y posibilitando el
acceso a través de créditos hipotecarios. Pero al disminuir la demanda, caen
los precios y se produce una falta de pago también a los créditos hipotecarios.
Los bancos realizaron refinanciamientos, ampliaciones de plazo, etc, pero se
volvió ya imposible dar solución a este problema global.
El gobierno de los Estados Unidos tomó algunas medidas para “salvar” al sector de la construcción como asi también al sector de las empresas aseguradoras. La caída de Lehman Brothers (importante banco comercial norteamericano) en septiembre de 2008 obligó al gobierno de Bush a apelar al déficit fiscal y un mayor endeudamiento del estado para evitar la quiebra de los grandes bancos y monopolios como había ocurrido en 1930. Esto produjo una fenomenal emisión de títulos del Tesoro (y de dólares en consecuencia). También obligó a otros países poderosos como Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón, Inglaterra y Rusia, a tomar medidas semejantes: millones de millones (billones) de dólares fueron volcados a los mercados para frenar su caída, a costa de un aumento fenomenal del déficit y del endeudamiento de los estados y sus bancos centrales.
Como resultado de la inyección masiva de fondos públicos hacia fines de 2009 las economías de los países más poderosos comenzaron a mostrar una leve recuperación, basada en la superexplotación obrera, sin que implicara una disminución de la desocupación; el consumo sigue deprimido y el crédito escaso. Millones de personas no encuentran un nuevo trabajo y millones más se suman a los que viven en la pobreza extrema en todo el mundo.
Si bien la crisis se origina en el sector financiero, dado el papel dominante de éste, ella no hace más que expresar una crisis de sobreproducción relativa de mercancías del sistema de producción en su conjunto y, su causa última radica en la contradicción existente entre el carácter social de la producción y la apropiación privada de los bienes y riquezas producidas.
Mientras los norteamericanos buscan una huida hacia delante, demorando los “ajustes” y descargando la crisis sobre el resto del mundo a través de la posición privilegiada que todavía tiene el dólar, los europeos tratan de defender sus monedas apurando la descarga de la crisis sobre su propia población, realizando “ajustes” presupuestarios y en consecuencia, “achicando” también sus mercados para el resto del mundo.
La crisis de la economía mundial capitalista ha golpeado y continuará golpeando fuerte a la clase obrera y los pueblos y naciones oprimidas. Solamente en EEUU se perdieron 7 millones de puestos de trabajo, sin calcular los indocumentados. Se calcula en 212 millones la cantidad de desocupados en el mundo.
¿COMO NOS AFECTARA LA CRISIS?
ü Somos un país dependiente y agro-exportador, por
tanto la crisis nos afectará.
ü La baja de los precios de los productos agrícolas nos afectará seriamente, en el ingreso de divisas, especialmente derivado de soja, trigo, algodón, sésamo, azúcar orgánica.
ü Los insumos y bienes de capital importados se encarecerán sensiblemente (maquinarias, repuestos, insecticidas, vacunas, combustible, lubricantes, medicamentos, etc.)
ü La exportación de carne irá bajando debido a que los países compradores irá en disminución las posibilidades de financiamiento.
ü Las remesas, una importante fuente de divisas para nuestro país, sufrirá una gran disminución, por la recesión en los países de donde provienen las mismas.
ü Es probable que la contracción de la actividad económica traiga una disminución en los ingresos del Estado. Esto repercutirá necesariamente en la política social que es la primera en ser recortada o “ajustada”
El gobierno de los Estados Unidos tomó algunas medidas para “salvar” al sector de la construcción como asi también al sector de las empresas aseguradoras. La caída de Lehman Brothers (importante banco comercial norteamericano) en septiembre de 2008 obligó al gobierno de Bush a apelar al déficit fiscal y un mayor endeudamiento del estado para evitar la quiebra de los grandes bancos y monopolios como había ocurrido en 1930. Esto produjo una fenomenal emisión de títulos del Tesoro (y de dólares en consecuencia). También obligó a otros países poderosos como Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón, Inglaterra y Rusia, a tomar medidas semejantes: millones de millones (billones) de dólares fueron volcados a los mercados para frenar su caída, a costa de un aumento fenomenal del déficit y del endeudamiento de los estados y sus bancos centrales.
Como resultado de la inyección masiva de fondos públicos hacia fines de 2009 las economías de los países más poderosos comenzaron a mostrar una leve recuperación, basada en la superexplotación obrera, sin que implicara una disminución de la desocupación; el consumo sigue deprimido y el crédito escaso. Millones de personas no encuentran un nuevo trabajo y millones más se suman a los que viven en la pobreza extrema en todo el mundo.
Si bien la crisis se origina en el sector financiero, dado el papel dominante de éste, ella no hace más que expresar una crisis de sobreproducción relativa de mercancías del sistema de producción en su conjunto y, su causa última radica en la contradicción existente entre el carácter social de la producción y la apropiación privada de los bienes y riquezas producidas.
Mientras los norteamericanos buscan una huida hacia delante, demorando los “ajustes” y descargando la crisis sobre el resto del mundo a través de la posición privilegiada que todavía tiene el dólar, los europeos tratan de defender sus monedas apurando la descarga de la crisis sobre su propia población, realizando “ajustes” presupuestarios y en consecuencia, “achicando” también sus mercados para el resto del mundo.
La crisis de la economía mundial capitalista ha golpeado y continuará golpeando fuerte a la clase obrera y los pueblos y naciones oprimidas. Solamente en EEUU se perdieron 7 millones de puestos de trabajo, sin calcular los indocumentados. Se calcula en 212 millones la cantidad de desocupados en el mundo.
ü La baja de los precios de los productos agrícolas nos afectará seriamente, en el ingreso de divisas, especialmente derivado de soja, trigo, algodón, sésamo, azúcar orgánica.
ü Los insumos y bienes de capital importados se encarecerán sensiblemente (maquinarias, repuestos, insecticidas, vacunas, combustible, lubricantes, medicamentos, etc.)
ü La exportación de carne irá bajando debido a que los países compradores irá en disminución las posibilidades de financiamiento.
ü Las remesas, una importante fuente de divisas para nuestro país, sufrirá una gran disminución, por la recesión en los países de donde provienen las mismas.
ü Es probable que la contracción de la actividad económica traiga una disminución en los ingresos del Estado. Esto repercutirá necesariamente en la política social que es la primera en ser recortada o “ajustada”
Fuente: Semanario Hoy, PCR
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